AUTO DISCIPLINA
- Gershom Peretz | Moreh

- 12 jul 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 9 abr

Estas son las jornadas de los hijos de Israel cuando salieron de la tierra de Egipto por escuadrones, bajo el mando de Moshé y Aarón. Por mandato de YHVH Moisés escribió los puntos de salida según sus jornadas. Y estas son sus jornadas conforme a sus puntos de partida: Bamidbar 33:1-2
Estos pasukim de la Torá nos da un recuento de los lugares que nuestro pueblo viajó en el desierto. La pregunta que surge de estos pasukim es la siguiente: ¿Estaría perdido nuestro pueblo dando vueltas en el desierto? Este viaje hacia la tierra prometida fue un viaje al exterior físicamente hablando. ¿Y por qué al exterior? Si miramos bien la narración en la Torá veremos que el pasuk comienza diciendo: “Estas son las jornadas”, para tener un mejor entendimiento tenemos que ver la definición de la palabra jornada: “Tiempo que se dedica al trabajo en un día o en una semana”.
Es decir, la palabra “tiempos” es la idea principal de la definición. El Eterno nos mueve a pensar que primero debemos viajar en nuestro interior para luego hacer un viaje al exterior, porque las jornadas de crecimiento comienzan en el interior del ser humano.
Cuando miramos el cuadro histórico, vemos que nuestro pueblo hizo 42 paradas y vuelve a surgir la pregunta; ¿Estarían perdidos en el desierto como se ha querido enseñar? ¡Ni se les ocurra la idea! El Eterno fue muy claro con los patriarcas e Israel, como nos dice la Torá:
“Y estaré Yo contigo, y te cuidaré dondequiera que vayas, y te regresaré para establecerte en esta tierra, porque no te abandonaré hasta haber hecho, todo lo que prometí sobre ti”. Bereshit 28:15
Esta promesa fue hecha a nuestro patriarca Jacob, quien, de su simiente, salieron todas las Tribus de Israel, “Y estaré, Yo contigo”. Además, El Eterno le promete a Moshé que estaría también con él.
“Y Elohim Le dijo: es que Yo estaré contigo, y esta será la señal de que Yo te He enviado; cuando saques al pueblo del territorio de Egipto, serviréis a Elohim sobre este monte”. Shemot 3:12.
Si seguimos la narrativa de la Torá antes que Moshé muriera dejó a un líder, Yeshúa (Josué), el cual también El Eterno le habló directamente haciéndole entender las mismas promesas dadas previamente:
¿No te lo estoy ordenando Yo? ¡Esfuérzate pues y sé valiente! No te intimides ni desmayes, porque YHVH tu Elohim está contigo dondequiera que vayas. Yehoshua 1:9
Con todos estos testigos bíblicos que tenemos debemos sentir confianza plena en El Eterno, quien está con nosotros en todo momento. Sin embargo, cada uno de nosotros debe desarrollar una disciplina que nos prepar
e en las diferentes jornadas de nuestro caminar. ¿Por qué los Israelitas no llegaron rápido a la tierra prometida, cuando el viaje en realidad era para dos semanas? La verdadera razón se reduce simplemente que el pueblo no estaba preparado para tomar la tierra prometida, y su proceso duró 40 años.
Ahora, ¿Y qué de nosotros? Esta pregunta nos confronta con una realidad ¿Estaremos preparados realmente para el mundo por venir?
Seguramente El Eterno nos está dando una oportunidad para que desarrollemos una auto disciplina, donde podamos crecer internamente en todas las áreas que se necesitan para alcanzar nuestra tierra prometida, el mundo por venir, Olam Haba.
Para poder obtener triunfo en nuestras jornadas debemos desarrollar prioridades. Cada uno de nosotros en algún momento hemos sido prensados como olivas, solo los que desarrollan un plan de prioridades obtienen éxito. Determinar realmente qué es lo primero en nuestras vidas, nos dará el éxito.
En nuestras jornadas, en algunos momentos tenemos la tendencia de tener excusas para no seguir adelante, haciendo paradas en el camino. Debemos retarnos, para subir nuestro nivel de conexión con EL ETERNO y alcanzar todo el potencial que fue depositado en nosotros.
La primera generación de los hijos de Israel que salió de Egipto no logró llegar a la meta, a la Tierra Prometida, su mentalidad se quedó en Egipto, por su falta de Emunah (fe), solo los que tuvieron disciplina, Yeshúa y Caleb, ellos creyeron lo que HaShem había declarado sobre sus vidas y cruzaron a la tierra prometida. Cada jornada de nuestro caminar produce un carácter especial, sino logramos determinadamente madurar nuestro carácter, no llegaremos a nuestra Tierra Prometida. Rab Shaul dijo a los ajim de Italia en su carta a los Romanos 5:3-5:
“Y no solo esto, sino que incluso nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia templa el carácter; y un carácter templado, esperanza; y la esperanza no es motivo de vergüenza; porque el amor de Elohim ha sido derramado en nuestros corazones por la Ruaj HaKodesh que nos fue dada”.
Debido a las tribulaciones en nuestra jornada, nuestro carácter será formado a la medida del varón perfecto.
Nuestro Santo Maestro de Justicia Yeshua HaMashiaj declaró: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis Shalom. En medio de las autoridades de esta generación, tendréis aflicción, pero confiad, yo las he vencido”.
Yohanan 16:33 Versión Código Real.
Nuestro Creador nos diseñó con la capacidad para tener auto disciplina. El triunfo está en nuestras manos, cambia tu enfoque a los problemas que están dentro de tus jornadas, y verás lo que puedes alcanzar con la ayuda del Eterno. Mantén tu mirada solo en lo que Él prometió para ti, tu tierra prometida está solo a unas semanas de alcance. Que la luz de nuestro Mashiaj Yeshua nos guie en todo momento
Anthony Pérez
Moreh




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